Uno se acaba aburriendo de lo mismo de siempre. De la monotonía, imagino. De que todo sea una consecución de sucesos repetitivos incapaces de saciar mi alma errante.
¿Qué ocurriría si de repente apareciera algo o alguien que te cambiara el rumbo? Que con ello todo tornaría a nuevas experiencias y nuevos aires. Nuevas esperanzas, cuál barco a la deriva a la espera de encontrar la luz de un faro en el horizonte con la misión de reconducir su recorrido en la dirección correcta.
Pero... ¿Qué es la dirección correcta? O mejor, ¿qué es hacer lo correcto? ¿Lo que te hace sentir bien a ti o lo que le hace sentir bien a la gente que tú hagas? Puedes hacer mil cosas que te pueden hacer sentir mejor que nunca, pero a sabiendas de estar en el ojo del huracán, en el foco de la crítica o siendo protagonista de cientos de murmullos y chismorreos. Sin mencionar aquella gente que se pasa el tiempo alterando los acontecimientos a su libre albedrío y antojo para que suene peor de lo que puede llegar a parecer. De un momento a otro te puedes convertir en la comidilla del pueblo por cosas que ni siquiera has hecho o en el puto amo por cosas que tampoco has llegado a hacer.
Hacer lo correcto se ha convertido en un concepto muy subjetivo. A un número determinado de personas le pueden parecer genial tus actos, pero en cambio a muchas otras no.
La única conclusión que saco es que aunque hagas lo que tú mismo quieres hacer, nunca parece que vaya a ser lo correcto para todo el mundo. Ni siquiera para ti. Con esto último me refiero a lo que yo llamo "presión social". La presión social ejerce un empuje en la mente de la gente aterrador. Haciéndote creer en muchas ocasiones ser incapaz de poseer una opinión propia acerca de un tema o situación concreta por no ser tú el único que piense distinto al resto. La capacidad de muchas personas para influenciar en la mente de otras tantas es impresionante al igual que estremecedor. A día de hoy es muy complicado encontrar gente con opinión propia. Parece desmesurado que diga esto, pero es la pura realidad. Es muy sencillo tener tu propio pensamiento sobre algo, hasta que aparece la dichosa presión social, haciendo que en muchas ocasiones se desbarate todo.
Y no es solo la presión social, sino también la forma en la que una persona puede llegar a modificar totalmente un hecho o suceso de manera que haga creer a todo el mundo que ha sido de ese modo porque él/ella lo dice así. Sin prueba alguna.
Uno de los grandes fracasos de esta sociedad actual es darle más credibilidad a la gente que cuenta los hechos como ellos quieren que a los mismos protagonistas de los acontecimientos sin darles la oportunidad de tan siquiera defenderse o explicar el suceso. La gente suele tender a quedarse con lo primero que escucha ya sea una gran verdad o en este caso una gran mentira.
¿Y qué quiero decir con todo esto? Simplemente que se le deje a la gente ser feliz con sus propias vidas, sin pasar tres cuartas partes de la tuya criticando la de los demás por hacer cosas que tú quizás en la tuya no toleras. Es muy complicado ser feliz en una sociedad que constantemente te pone en el punto de mira por rodearte de personas que no crean que te convengan o por hacer cosas insignificantes que les dan un valor más grande del que en realidad se merecen.
Estamos en la generación de los "piel fina", en la de los "moralistas" y en la de los que si no te gusta la fiesta te convierte en un rarito marginal, por poner unos cuantos ejemplos.
El tiempo se agota, el atardecer acecha el fin de un nuevo día. Un día más, similar al anterior. La pesadumbre recae entre mis tensos hombros mientras el silencio gobierna a mi alrededor. Todos los días son iguales y lo peor de todo es que la gran mayoría de personas también lo son.
¿Qué es hacer lo correcto???
ResponderEliminarNo existe manera de hacer siempre lo correcto, pero sabes qué es lo incorrecto?
Renunciar a lo que tú verdaderamente quieres!
Qué le den a lo correcto y vive de la forma que más feliz te haga!!
Un beso grande!